jueves, 25 de agosto de 2011

A mis pobres putas dignas


De todas las acusaciones que ha recibido (y con razón) la reprochable Graciela Alfano, al descubrirse su relación amorosa con el genocida Emilio Massera, hay una que no me parece justa. Es la de Puta. A lo largo de la historia, la palabra puta, termino vulgar y despreciativo para referirse a las prostitutas, ha tenido una carga, desde mi punto de vista, demasiada negativa y batsante errónea.
No es mi intención hacer un resúmen hístórico, basta con citar aquella vieja frase que la califica como el oficio mas antiguo del mundo. En efecto, los primeros registros que se tienen sobre esta actividad, se encuntran en incripciones de la desaparecida Sumeria, hace algo mas 1800 años antes de Cristo. Siempre han existido trabajadoras sexuales. Existieron, existen y existiran porque hay necesidades que los hombres deben satisfacer sea cual sea su tiempo, nivel social o bagaje cultural: Satisfacer sus estomagos y sus genitales. Comer y fornicar son necesidades básicas e irreplimibles para nuestar existencia. Por ende, las putas siempre tendran un mercado próspero.
Y eso no tiene nada de malo. Lo malo es la idea que la gran masa tiene sobre las putas. Para muchos personas, son delincuentes equiparables a los narcos o a los ladrones, la encarnación del pecado, las destructoras de hogares, mujeres lujuriosas y especuladoras que a través de sus vaginas consiguen cualquier posesion material u posición social. Existen estas clases de mujeres, pero yo no las llamaría putas. Lamentablemente, la mayoría de las chicas que se decican a este oficio, no tienen recursos económicos, ni culturales.  Muchas, ni siquiera familia. Viven en la marginalidad, excluídas del sistema y algun día descubren que alquilando su cuerpo por unos momentos pueden conseguir algo de dinero (lease comida, ropa, techo) No hay nada perverso, ni lujurioso en ser puta. Ni siquiera sospecho que disfruten el coito, a no ser que el jóven debutante les recuerde a algún chico de la tv, o el camionero se haya bañado la noche anterior. Por desgracia, muchas de estas chicas son explotadas por proxenetas que forman parte de una red de delincuencia que mueve cocaina, trata de blancas. Una compleja red que incluye a policias y jueces.
Pero el hecho de ser puta, no equivale a ser indigna. Al contrario, abundan en la historia ejemplos de coraje y honradez. En la lucha armada independentista de Sandino en Nicaragua, por ejemplo, fueron las putas de Puerto Cabeza, quienes astutamente lograron canjearle a los Marines, sus fusiles por favores sexuales. Fusiles que fueron entregados a los guerrilleros, y que jugaron un rol fundamental en el breve triunfo de la revolución. También en nuestra guerra por la independencia, las valerosas cuarteleras fueron imprescindibles, siendo espías, sastres y satisfaciendo las necesidades de nuestros próceres y soldaditos. Las putas de La Catalana, un pobre burdel perdido en la patagonia, quienes con una dignidad nunca vista, echaron de patadas en el culo a los militares que habían fusilado a mas de 1500 trabajadores (en lo que Bayer denomino como “La Patagonia Rebelde”) Y como olvidar acaso a Maria Magdalena, la fiel compañera y posible amante de Jesús de Nazaret, ¿acaso las malas lenguas no afirman que se dedicaba a este viejo oficio antes de que el redentor la salvara?.
Escribo esto, simplemente y sin la intencion (nunca mejor dicho) de convertirme en un defensor de putas pobres, porque siento que el sexo no es pecado. Y que lo que haga una persona adulta bajo las sábanas no debe estigmatizarla en su vida social. Muchas veces los menos pudientes han tenido gestos mas dignos que los mejores pudientes. Por eso dejemos a las putas nicaragunses descansar con gloria en algun campo de Managua, a las valerosas cuarteleras, allá a la alto, en el bronce junto a sus amados próceres, a las putas de La Catalana en el inminente monumento que toda la comundad planea erguir en la plaza del pueblo y a Maria Magdalena donde el creyente quiera. En cambio, si queremos insultar a alquien en un futuro, califiquémoslos como a las que especulan y se abren de piernas por una 4x4, las que venden su dignidad por un piso en Figueroa Alcorta, las egoístas ambiciosas capaces de lastimar al prójimo por cinco minutos de fama....en un futuro llamemos a esa persona “Hijo de Alfano”.

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