jueves, 15 de septiembre de 2011

Réquiem para un niño sin infancia

Todos los niños tienen el derecho a jugar, recrearse, desarrollarse en un ambiente afectivo contra todo tipo de explotación o maltrato. Así lo reconoce las Declaración Universal de los Derechos Humanos. Así lo entiende gran parte de la sociedad. Sin embargo, para el pequeño Michael, como muchos otros chicos del mundo, estos privilegios fueron vedados. Su “condena” comenzó la tarde que su madre lo escuchó cantar y se lo comentó a su marido, Joseph Jackson, un gris operario y músico frustrado, que ansiaba salir de la pobreza a costa del precoz talento de sus hijos. Así, el frágil Michael, con apenas cinco años, debió acompañar a sus cuatro hermanos mayores a trasnochadas veladas en tugurios locales para luego regresar al 2300 de Jackson Street (el nombre es pura casualidad), a su humilde hogar en uno de los suburbios mas peligrosos de Indiana. Luego de numerosos festivales de mala muerte llegó la audición definitiva, los descubre la legendaria Motown y firman un contrato. En 1969 aparece el primer disco del quinteto y estalla por todo el país la “jacksonmania”. Pero las arduas sesiones de grabación y los tediosos ensayos pueden resultar terriblemente aburridas para un niño. Los productores comienzan a impacientarse. En el mundo del entretenimiento cada segundo cuesta dinero. Entonces el viejo Jackson debía ponerse rígido.
El tiempo pasa y el muchacho, ya adolescente, decide cortase solo. Conoce al gran Quincy Jones y realizan un disco exitoso, Off The Wall, que nada tendrá que hacer con su próximo trabajo: Thriller. Ni él, ni la industria del entretenimiento volverán a ser la mismos. No obstante, una certeza golpea al ídolo. Ya es un hombre. ¿Pero que sentido tiene convertirse en adulto, fruncir el ceño y tener ulceras cuando te robaron la infancia?  Además, los adultos fueron una desilusión en su vida. Y madurar conllevaba un riesgo enorme, terrible: podría convertirse en su padre.
Decide, entonces, no avanzar al próximo peldaño. Será un niño eterno. Un Peter Pan mediático. Hasta construye su propio Neverland, un descomunal racho adaptado para todas las exigencias de un chico: desde un zoológico, un parque de diversiones, hasta una sala especial para niños con cáncer terminal.
Pero ciertas heridas no cierran nunca. Y las ventas extraordinarias y los miles de fans no logran disipar los fantasmas de su niñez. En 1993 esta en la cima otra vez, pero no puede evitar quebrarse en el show de Oprah Winfrey. “Hay mucha tristeza en mi pasado. Mi padre me golpeaba. Era difícil salir así al escenario. El era estricto, muy duro”. Dos años después escribe una canción, Childhood (infancia) cuya estrofa reza: “Antes de juzgarme, intenta con fuerza amarme, busca en tu corazón y después pregunta: ¿Has visto a mi infancia?”
La ultima década fue en declive para el rey del pop. Aparecen varios juicios por abuso sexual, dos matrimonios ficticios y una monumental deuda de 500 millones de dólares. Las ventas del álbum Invencible, su ultimo disco de estudio editado en el 2001, no satisficieron a los altos mandos de Sony, quienes decidieron suspender la presentación del disco a dos meses de su lanzamiento. En medio de acusaciones cruzadas, Jackson tildó al controvertido Tommy Mottola, presidente de Sony music, de racista y mafioso. La gira quedo en la nada.  Ante la evasiva de las poderosas disqueras busco aliados lejos de América, donde su popularidad aún era alta. Se trasladó un tiempo a Bahréin, para cerrar un trato que nunca llego con el príncipe Abdul Aha-Jamed. Finalmente el 5 de marzo de este año, ante un colmado auditorio londinense, anuncio su regreso definitivo. La gira This Is It (Esto es lo que hay), constaba de diez conciertos a celebrarse en el O2 Arena de Londres en el mes de Julio. Seria su regreso definitivo

Últimas imágenes del naufragio

“Es un esqueleto”, exclamó horrorizada la fanática que pudo acceder a su último ensayo. “Parece que va a morir”. Días antes, el cineasta Bryan Michael Stoller no pudo contener su espanto ante la lánguida figura de su amigo. “Cuando me abrazó pude sentir todos sus huesos. Después de verlo nunca pensé que podría terminar la girar”. Otra vez la realidad lo golpea duramente. Tiene 50 años y una salud deteriorada por su adicción a los fármacos. Los casos de abuso sexual y la presión por superarse lo llevaron a consumir abundantes dosis de Morfina y Demerol, suministrados cuidadosamente por médicos personales. Hasta su entorno más íntimo dudaba si se encontraba en condiciones para subir a un escenario. Los días previos al gran día son los peores. La presión aumenta. Muchos rumorean, algunos prefieren callar y el cuerpo ya no es el de un veinteañero... y siempre esta allí la tentadora Morfina cuando se la necesita...el redentor Demerol. Cerca del mediodía del 25 de Junio, su corazón se detuvo. Un misterioso médico personal intenta revivirlo durante casi media hora, hasta que decide llamar al 911. Cuatro minutos después, los paramédicos ingresan a la mansión de Holmby Hills, en una exclusiva zona de Los Angeles, para continuar con la tarea media hora más. Es trasladado, ante el ojo de la prensa, al UCLA Medical Center, donde una trouppe de médicos dilatan otra hora mas lo inevitable. El rey del pop ya era leyenda. Apenas cuatro horas mas tarde, sus tres primeros discos se posesionan entre los cinco más vendidos del mundo y su funeral televisado es el más visto de la historia. El hombre record lo hizo de nuevo. Y todo hace pensar que esta renaciente jacksonmania seguirá facturando abundantes ingresos durante meses. El rey del pop ha muerto, ¡Viva el rey!.
Hace unos días, Evan Chandler, el niño que lo acusó de abuso sexual y se benefició con 22 millones de dólares, hizo una explosiva declaración en su blog: “Michael nunca abusó de mí, mentí por mi padre, él me obligó a contar todas esas mentiras”. Cuenta el joven que actualmente se encuentra distanciado de su padre, luego que este lo golpeó con una pesa de 6 kilos. “Fue mi padre quien mintió para escapar de la pobreza”. Si la declaración es cierta, la carrera del rey del pop, su vida entera, fue destruida por otro padre holgazán que quiso escapar de su mísera suerte a costa de un niño. Evan. Michael. Padres abusivos, niños frustrados y un negocio millonario. Lejos del bullicio y el sonido de billetes, en cierta mansión de Encino, alguno de sus tres flamantes huérfanos juega, sueña, se divierte. ¿Acaso no deberían hacer eso los niños?

sábado, 3 de septiembre de 2011

Con el alquimista en su cubil

Para cuando descendí del bondi, mi corazón latía de manera estrepitosa. Y no era para menos. Estaba a minutos de debutar como entrevistador, y nada más, que con Francisco Solano Lopez, co-creador de El Eternauta y otras historias maravillosas que me había volado la cabeza desde chico. La idea surgío cuando en el ultimo año de Periodismo nos encargaron la realización de una revista. Mi grupo opto por una temática cultural, artística. Fue entonces cuando se me vino a la cabeza la imagen de Juan Salvo, y enseguida el de Solano. Lo llame esa misma tarde. Del otro lado me respondió una voz gastada, pausada. Pactamos la entrevista para un lunes, en su estudio de Barrancas de Belgrano, a las siete y media de la tarde. Allí me encontraba esa tarde, luego de pasear en bondi por toda la ciudad durante una hora, con el corazón taladrandome el pecho. Tenía entonces 20 años y mucha mas inocencia que hoy en día. Como faltaban 15 minutos para la hora pactada, decidí dar una vuelta. Al pasar frente un puesto de revistas, un Eternauta de papel me clavó su intensa mirada, la mirada de los ojos abismo...Volví hacia la dirección indicada y toqué timbre. A través del cristal de la puerta divisé la inconfundible figura de Solano venir, sonriente, con la llave en la mano. Ahora sí, mi corazón estaba a punto de salir por mi boca. Nos saludamos con un apretón de manos (acompañado por un "maestro" que deje escapar casi inconscientemente) e ingresamos a su estudio.
¿Cómo describir ese lugar?. Revistas desparramadas por todos lados, dos enormes bibliotecas y en el fondo, el tablero de dibujo con su infaltable lámpara Luxo. Me encontraba en un mundo mágico, un mundo de ensueño. Era allí donde se fabricaba todo ese magnifico arte. Solano pasó su mano por su cabello atizado, y luego de acomodarse sus gruesos lentes de lectura se dejó reposar sobre el respaldo de la comoda silla de madera. De espaldas a una pila de bocetos en lapiz y tinta, y enfrentado a una estantería llena de historietas que llevan su firma. Calmo, paciente, sereno. Hacia honor al titulo que le adjudicaron sus pares: Maestro de la historieta
Hablamos como dos amigos que se conocen de toda la vida. Me confesó su admiracion por los nuevos talentos, los nuevos estilos: su amistad con Breccia; su predilección por el erotismo y hasta que una vez contrató a una modelo para que posara y terminaron en la cama (historia poco veráz teniendo en cuenta sus setenta y tantos años, y su condición física). Me enseño artbooks dificiles de conseguir en el país de Manara, Muñoz, y varias ediciones de sus obras traducidas al alemán. Llene la cinta de dos casettes con sus historias y anécdotas. Antes de que la entrevista concluya, me tomé el atrevimiento de abrir mi carpeta y enseñarle mis precarios dibujos. Fue una osadia digna de un pendejo, aún cuando le estaba mostrando mi trabajo sabía que era una estupidez. Para mi asombro, Solano indago la carpeta con una intriga notable. Miró hoja por hoja hasta que se detuvo en un dibujo. Lo estudió detenidamente uno segundos y dijo: "este esta muy bien". Mi ego no cabía por la puerta.
Antes de irme me dibujó un Juan Salvo a lápiz (luego de dibujar 12 horas) y me lo regalo, como disculpandose. La entrevista concluyó cerca de la medianoche. Nos dimos un apreton de manos y rumbee hacia la parada del bondi, mientras caminaba sobre nubes, al son del canto de pájaros alegres.
Un año despues, colaborando para un diario local, tuve la oportunidad de cubrir una charla que daba en Showcenter. Cuando lo venir lo increpé con la mano extendida y le dije: "Como esta, maestro? Cuando salga la revista le envío unos numeros". El me miró sonriente y me contesto: "Que bueno, ¿cúal revista?, ¿de que lugar nos conocemos? Y escoltado por su edecan se encaminó hacía la mesa. En la última década nos vimos un par de veces en convenciones y ferias. Hace tres semanas que Solano ha dejado este mundo, dejando atras una prolífica produccion artística, personajes inolvidables y, sin saberlo, un momento único e imborrable en la mente de un jóven. Aquella noche conocí por primera vez a un artista de historietas, un dibujante profesional, un creador de mundos mágicos, eternos. Quizá aquella noche haya visto un espejo. Hoy, a la lejanía del tiempo y del espacio no puede deja de resonar una palabra en mi cabeza. Una palabra tan elocuente que resume todo lo que siento. Maestro, simplemente...¡Gracias!