domingo, 24 de julio de 2011

Amy y su cita con la eternidad

La muerte siempre es molesta, incomoda. Le disgusta a casi a todos, y con justa razon. Es el Fin. Tanto para el agnóstico, que cree que somos apenas un chispazo de luz entre dos abismos de oscuridad (Nabokov dixit). O para el creyente, que tambien supone un final, y comienzo de otra vida, menos tangible y más placentera. La Parca nos rodea constantemente y somos, en cierto sentido, rehenes de una lotería cósmica. Es el miedo instintivo a la muerte, y la incertidumbre al ¿que vendra despues?, lo que llevo al hombre a inventar las religiones, quizás. Sin embargo, hoy en día, la muerte es cosa corriente. En este mundo hipercomunicado, donde lo que sucede en un pueblito remoto de Singapur puede ser visto y escuchado por un niño en España, con apenas segundos de diferencia. Donde hay canales exclusivos de noticas que transmiten durante 24 horas seguidas, la muerte se ha transformado en una suerte de estrella mediática. Acaso cuantas veces ayunamos con un accidente de trásnsito, almorzamos con atentados en Medio Oriente, o cenamos con algun crimen pasional. Todos y cada uno acompañado con la imagen de su respectivo cadaver. La muerte se ha convirtio en algo cotidiano, sin novedad, sin embargo, hay cierto tipo de deceso que cuesta digerir del todo. Es, sin duda, la muerte de un jóven. Mas aún, si este era talentoso, bello y de cierto carisma. Amy Winehouse cometió estos dos pecados la tarde del sábado pasado, en su departamento de Londres.
Más alla si uno era adepto o no a su música, a sus excesos de alcohol y drogas, a sus polemicas declaraciones, es una noticia incomoda, triste para cualquiera. La parca debería llevarse a los que no dan mas, los consumidos por los años y la experiencia; los que vuelven con sus alas gastadas y el cuerpo deteriorado, no a los que apenas estan saliendo del capullo.
Uno tenia la certeza, con solo verle a los ojos, de que ella no estaba comoda en el mundo. Quizá ya no daba mas. Probablemente fue una muerte anunciada. Pero tambien evitable. Nadie la cuido, porque la misma voz que la llevo a lo mas alto, a ser reconocida en cualquier parte del mundo es la que la condenó a cumplir un contrato, a ser una esclava de las discográficas. En el Show Bussiness, tiempo es dinero, y dinero es todo. La gallina de los huevos de oro no esta mas, pero ya vendran las antologías, el documental, los homenajes, las subastas de objetos personales, Rehab reproduciendose una y otra vez en You Tube, en cada MP3, y los infaltables morbosos de siempre esperando la foto del cuerpo tieso, frío...la loteria esta vez fue para uno de los que, supuestamiente, tenía todo. Se fue pronto. Se fue a tiempo. Como sea, solo anhelo de corazon que en el momento final, o en algun lugar donde este ahora, haya encontrado la paz.

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